Aviación Chilena

Este blog pretende dar a conocer a ustedes los hechos más destacados de nuestra aviación pionera; recordando a aquellos antiguos aviadores que ganándole un espacio al destino, lograban elevarse por los cielos de la Patria.

domingo, 4 de septiembre de 2011

CATÁSTROFES AÉREAS EN ROBINSON CRUSOE




Por: Héctor Alarcón Carrasco
-        Los accidentes ocurridos a aviones en vuelo
-        Las necesidades básicas de los isleños: un camino y
 y la seguridad aérea de un aeródromo establecido.   

Cuando ya han pasado varios días del accidente del avión CASA 212 de la Fuerza Aérea de Chile, ocurrido en las inmediaciones del aeródromo de Robinson Crusoe, cabe hacer algunos recuerdos y precisiones sobre el porqué de la aviación en ese apartado lugar de nuestra loca geografía, su pasado, su presente y la responsabilidad que le cabe al Estado en la mantención de servicios aéreos regulares, que permitan a los isleños una fluidez en sus viajes hacia el continente. 
Debemos recordar que desde tiempos inmemoriales el único medio de comunicación fueron los barcos y lanchas que a veces demoraban meses en pasar por la isla. Cabe recordar que hace algunos años solamente, fue tal el aislamiento en invierno, que un avión de la FACH tuvo que lanzar leche en paracaídas para los niños de ese lugar. Esto nos demuestra la fragilidad de la comunicación entre una isla ubicada a sólo 670 kilómetros del continente, pero con una geografía que le ha impedido contar con un aeródromo con todas sus instalaciones y con una pista adecuada para aterrizajes de aviones de todo tipo.
Los primeros vuelos fueron realizados el año 1944 por botes voladores de la Fuerza Aérea de Chile, dando inicio así a una serie de vuelos en apoyo de los isleños y cuyo lugar de amarizaje era bahía Cumberland. Posteriormente la Línea Transa intento iniciar el turismo con un hidroavión Catalina, pero sus intenciones no fructificaron, en parte por los vientos que continuamente azotaban la desabrigada bahía.
Sin embargo sería el empresario Carlos Griffin quien a costa de muchas dificultades logró una autorización para instalar un aeródromo en la isla, lo que vino a agilizar el comercio de langostas hacia el continente y el transporte de isleños y turistas que comenzaron a llegar en mayor cantidad.
La construcción de la pista, que contó con el todo el apoyo de los isleños mediante el Grupo Villagra conformado por hombres deseosos de ver progresar su querida tierra, ha sido el medio para que varias generaciones hayan podido viajar al continente por razones de estudio o enfermedad o simplemente para visitar familiares a lo largo del país.
LOS VUELOS TRAGICOS
Si bien han ocurrido varios accidentes a los aviones que hacen la ruta, se pueden resumir en tres los que han dejado su sino de tragedia y que han llenado de pesar a isleños y continentales.  
La empresa Taxpa poseía dos Aerocomander que utilizaba para volar a  Robinson Crusoe. El día viernes 6 de octubre de 1972, le correspondió volar a la isla  al experimentado piloto GERMÁN  ACEVEDO SALAS en el Aerocomander  matrícula CC‑CEO.
Acevedo, de 52 años, era un ex piloto e instructor de LAN, que tenía más de un millón de horas de vuelo y era uno de los pioneros de la ruta en este tipo de aviones. El avión despegó de Los Cerrillos e hizo una escala en Rodelillo donde subieron los pasajeros que viajaban a la isla. Eran ellos el Jefe del Retén Robinson Crusoe Suboficial Víctor Duque Martínez,  el Suboficial de la Armada y practicante de la isla Eulogio Rivera Zamora. Las isleñas Varsovia Schiller de Recabarren, Carmen Camacho y doña Guillermina de Araya y sus hijas menores Mónica y Ángela.
El último reporte del avión se efectuó a las 13:44 hrs., volando a 6 mil pies de altura y a 180 millas de la costa. Los seis minutos que mediaron entre ese instante y el último comunicado, fueron tensos, el piloto anunció que trabajaba un solo motor y que bajaba de 6 mil  a 3 mil pies y que tendría cuidado para evitar que el viento le hiciera una mala pasada y le colocara la hélice en bandera. 
Luego un sórdido silencio en la transmisión radial señaló a Jorge Rocuant, ejecutivo de TAXPA que mantuvo el último enlace con el avión, que estaba en una real emergencia.
De acuerdo a las características del avión, se dijo en un momento que podía amarizar o flotar desde una hora hasta un día, siempre que las condiciones del tiempo no le fueran desfavorables y no hubiera marejadas.

Se inició una intensa búsqueda del avión por cielo mar y tierra, la que nunca tuvo resultados positivos. De la misma forma una serie de suposiciones acaparó las páginas de la prensa de la época y que sólo quedaron en eso, ya que la falta de evidencias impidió arribar a un resultado definitivo en las investigaciones.
El piloto Santiago Figueroa, hoy retirado de la aviación y que en esos años trabajaba en TAXPA, recuerda este accidente en su libro “Por Amor al Vuelo”, señalando que de la investigación que efectuó la compañía se desprendió que el combustible cargado en Rodelillo estaba contaminado con agua, lo que en definitiva habría sido el motivo del accidente.
 Hasta antes del tsunami un descanso ubicado en el interior del cementerio de Robinson Crusoe indicaba los nombres de los pasajeros de este vuelo, como único recuerdo para sus familiares que durante muchos años colocaron flores en ese lugar en memoria de los desaparecidos.
Para Luis Bochetti, los vuelos a Robinson Crusoe eran algo natural; era un antiguo piloto de vasta experiencia que ya en el año 1959 había realizado su primer vuelo en un Grumman de Taxpa. Posteriormente trabajó muchos años en la región de Aysén, zona que por lo inhóspito de su clima está considerada entre las más malas del mundo para volar.
En 1994 había organizado la empresa Servicios Aéreos Ejecutivos, conocida por su sigla “SAE”, la que contaba con un avión  Cessna 401 matrícula  CC‑CBX, en el que volaba periódicamente a la isla.
El  9 de mayo de 2000, luego de haber despegado desde Los Cerrillos en vuelo a Robinson Crusoe, el avión desapareció  cuando  se hallaba a unas 40 millas de la costa. A los mandos iba el piloto Luis Bochetti y como copiloto su hijo del mismo nombre.
Volaban frente a Santo Domingo cuando emitieron una señal de auxilio. Luego se perdió su señal. No se hallaron restos que evidenciaran su pérdida en el mar. Se habló mucho de la experiencia de Bochetti, de 72 años y de que podrían haber habilitado la balsa de salvamento, pero a pesar de una intensa búsqueda, no fueron ubicados el avión ni sus ocupantes.
El pasado 2 de septiembre, en  horas de la tarde, informaciones de internet señalaban que un avión de la Fuerza Aérea de Chile habría desaparecido en el mar mientras intentaba aterrizar en el aeródromo de Robinson Crusoe, pasadas las 17:00 horas.
Con el correr de las horas la noticia fue decantando y se supo que en el vuelo viajaban conocidos personajes de la televisión que concurrían a la inauguración de algunas instalaciones levantadas luego del tsunami que azotó la isla en febrero del año pasado.
Los hechos ya son bastante conocidos para repetirlos. Sólo podemos decir que  21 personas perdieron la vida en este lamentable accidente del avión CASA 212. Ellos son los siguientes:
De Televisión Nacional de Chile: 
Felipe Camiroaga, Roberto Bruce, Sylvia Slier, Carolina Gatica y Rodrigo Cabezón
 Del Desafío Levantemos Chile:
Felipe Cubillos, Sebastian Correa, Joel Lizama, Catalina Vela, Jorge Palma y Joaquín Arnolds
 Del Consejo de Cultura:
Galia Díaz y Romina Irarrázabal
 De la Fach:
Cdte Grupo Rodrigo Fernández y Periodista José Cifuentes
Tripulación:
Tte Carolina Fernández (Piloto), Tte, Juan Pablo Mallea, Sgto 1° Eduardo Jones, Cabo 1° Eduardo Estrada, Cabo 2° Erwin Núnez y Cabo 2, Flavio Olivo
Hasta el momento de escribir esta crónica, sólo se han encontrado los restos de cuatro personas y se teme que las demás puedan estar al interior del fuselaje, que no ha sido ubicado, por lo que un despliegue de más de 600 efectivos de la Armada y Fuerza Aérea trabajan con todos los medios a su alcance para lograr resultados positivos en este rescate.

UN AVIÓN PERDIDO EN EL MAR

El día 4 de junio de 1991, el Piper Navajo CC-CEP de LASA que había permanecido durante 15 días en la isla debido al mal tiempo, salió en vuelo hacia el continente. Transportaba a un equipo de la productora “CEARDI” de Televisión, llevando además carga variada. Luego de un cuarto de hora de vuelo, la falla de un motor obligó al piloto Mario Contreras a regresar a la isla, ya que el avión perdía altura rápidamente. Ante esta emergencia una puerta del avión, asientos, equipaje y carga fueron lanzados al mar, entretanto el avión alcanzaba a llegar cerca de Cumberland donde efectuó un amarizaje de emergencia. De inmediato se lanzó al agua el bote salvavidas del avión, en el que los ocupantes alcanzaron a navegar alrededor de cinco minutos, siendo rescatados luego por el bote  del isleño Rolando Recabarren Camacho. Entre los pasajeros viajaba Adrián Covarrubias Solar, el único de los lugareños que no desistió de volar ese día.

ALGUNAS APRECIACIONES

Finalmente debemos acotar que en casi setenta años de aviación en Robinson Crusoe, se han perdido 31 vidas, lo que en el frio concierto de las estadísticas sigue dejando a la aviación como el medio de transporte más seguro para los pasajeros.
Es claro que la aviación ha permitido a los isleños acercarse a pasos agigantados al continente. De un viaje de más de uno o varios días en barco a dos o tres horas en avión, hay una distancia enorme. Sin embargo, el hecho de que en dos de los cuatro accidentes ocurridos en el mar hayan fallecido casi el total de los pasajeros, debe hacernos reflexionar sobre los medios de apoyo con que se cuenta en la isla para estas emergencias.
Cuando cayó el avión de Taxpa el año 1972, lo isleños pidieron contar con una mayor seguridad para los vuelos e incluso solicitaron al Gobierno les concediera un crédito para la compra de un avión por parte de la Cooperativa de Pescadores.
Con los años, como no hubo otros accidentes todas estas peticiones se diluyeron y sólo se consiguió que se arreglara la pista para el aterrizaje de aviones pequeños, con una capa de asfalto acorde a estas necesidades.
Entre los grandes obstáculos de la isla, se encuentran la lejanía del aeródromo del pueblo San Juan Bautista (20 kms.), el único lugar habitado y la falta de agua dulce en La Punta, lugar en que se encuentra el aeródromo.
Esto ha impedido que la Dirección General de Aeronáutica Civil, haya podido establecer su personal especializado en el aeródromo, quienes tienen sus instalaciones en un lugar adyacente al viejo fuerte que servía de custodia al poblado.
Por otra parte la falta de un camino que enlace el pueblo con el aeródromo reduce las posibilidades de llegar rápidamente en caso de una emergencia. El viejo camino de los años sesenta, nunca se terminó porque para pasar hacia el pueblo hay que sortear el Mirador de Selkirk a unos 500 metros de altura, situación que se podría superar mediante un túnel, pero su costo resulta demasiado elevado para el flujo de tráfico que tendría.
Tal vez las tierras vacuas que dejó el tsunami podrían alentar  la construcción de una pista de aterrizaje alternativa en ese lugar, proposición que hace muchos años presentó don Santiago Figueroa y que por razones de la población que existía en ese entonces, no se autorizó.
Dura tarea para el Gobierno, que tendrá que asumir alguno de estos nuevos costos, porque los isleños, ciudadanos chilenos y dignos guardianes de nuestra soberanía en ese apartado peñón, se merecen una mano en este sentido y la misión será mejorar el aeródromo y facilitar el acceso terrestre a como dé lugar.
Es posible que si hubiera habido un controlador de vuelo en el aeródromo, el accidente del CASA 212 se podría haber evitado.         
           

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